Una de las cosas bonitas e importantes que Dios ha planificado, es el matrimonio. Tan importante es, que en una ocasión Dios comparo su amor hacia la iglesia como el amor entre pareja, varón y hembra. ¿Pero…por qué creó Dios el matrimonio? En Génesis 2:18 dice: “no conviene que el hombre esté solitario, le hare una buena ayuda”. Dios siempre ha deseado que el hombre (cuando digo hombre, digo mujer) tenga ayuda y paz y que viva organizadamente y luche y tenga éxito.
No hay un solo sitio en la biblia donde no se hable del casamiento, sea en una forma: simbólica, indirecta o directamente. Aunque no todos están hechos para el matrimonio es, por consideraciones especiales. Cristo, nunca se caso. Ejemplo: Tener todo el tiempo para llevar el evangelio.
El casamiento es difícil y fácil. Difícil cuando hay celos; incomprensión; falta de respeto. Inmiscuirse en artes ocultas como: magia, espiritismo, culto a los ángeles: la Biblia dice: “El Ángel me dijo: Toma nota, dichosos los llamados a la cena de las Bodas del Cordero. Esto es verdadero. Yo me postre a sus pies para adorarle. Y él me dijo: “Mira, no lo hagas, yo soy siervo contigo”. (Apocalipsis 19.8,10), ect. Fácil cuando no hay celos; incomprensión, hay respeto. Cuando existe ayuda mutua: no inmiscuirse en artes ocultas; no apartarse innecesariamente; sobrellevarse; ser generosos; buenos; apartarse del mal; la oración constante en la familia ayuda mucho; buenos proveedores; estar alegres a pesar de las dificultades; no fallar en las promesas que se hagan uno al otro; amarse en la abundancia y en la escasez (esto, se olvida mucho); la conversión a Cristo; ser humildes; estar dispuestos a oírse; leer la Biblia todos los días; ser galantes; tener detalles; es bueno recomendaciones cuando se vaya a tener pareja; los matrimonios prematuros, muchas veces van al fracaso, es recomendable un año de noviazgo; la unión debe lucharse; la pareja darse buen ejemplo; dar gracias a Dios por su matrimonio todos los días. Esto trae integridad; salir: ir al teatro etc. No es bueno siempre estar en casa; evitar los malos entendidos; consultar a Dios antes de cualquier decisión; evitar hábitos deshonestos, duda en el sexo: “Tenga su esposa en santidad y honor, no en pasión de incontinencia” 1 Tesalonicenses 4:4,5. Consulte un ginecólogo, pregúntele sobre una vida sana sexual. Y otros tipos de hábitos: cigarrillos, alcohol, drogas, etc. Todo ésto se puede convertir en problemas: peleas, enfermedad, cárcel o muerte destruyendo la unidad. Cuando usted no tenga el control, ore y no deje de orar, no se rinda, aun después del problema (Mateo 12:43-45) Si no sabe, un pastor en consejería le puede orientar. Visite la iglesia evangélica que le agrade. Esto ayuda mucho a la integración de la pareja. No negarse mutuamente al sexo en situación normal. El matrimonio es como una flor, si no se cultiva se muere. Mantener la responsabilidad en el hogar en todos los aspectos. Cuidarse su persona en el vestir, modales, detalles, etc. Ayúdense, el amor no se pasa, es activo, continuo, el casamiento es una promesa de amor ante la ley y la justicia de Dios. Porque puede ser como muchas veces pasa, que por coger el pichón que está volando, pierda el que está volando y el que tiene en la mano también, recuerde, nadie es perfecto. Las ventajas de ser casado son muchas, pero una de ellas es el papeleo que se forma en relación a grandes problemas en la unión. En la corte se facilita. Hay cosas pequeñas que podemos arreglar, pero unas grandes que solo Dios puede lidiar con ellas. Los problemas pequeños, démosle corte enseguida, porque se hacen grandes. Hacer un plan de servicio en el hogar (tu haces esto y tú haces aquello). Esto trae disciplina y paz, y el matrimonio descansa. Cuando usted ore a Dios por un problema, no ayude a Dios por un problema, no ayude a Dios por un problema, no ayude a Dios, suéltele la preocupación. No se pierda la confianza, es peligroso. No pierda el vínculo del amor, puede ser que nunca lo recupere; y la soledad es mala. Una mente desocupada, es taller del diablo. Asista a seminarios de matrimonio, los dan en todas las iglesias. Eviten el abuso. Vivir inteligentemente (Efesios 5: 15, 16). Rodéense de personas de buenas influencias, porque somos como una batería que tiene dos polos, uno negativo y otro positivo. Si usted se reúne con gente negativa, se descarga. Los gustos que afecten: economía; emocionales; etc. Abandonarlos. La unión requiere esfuerzo, cooperación, sinceridad. Las parejas deben tener su propia personalidad. Puede ser que lo que halla salido bien a otras, no necesariamente le tenga que salir bien a usted. Los problemas vienen por ciclos, por lo tanto, haga planes
Los problemas en la pareja son difíciles de evitar porque son de caracteres diferente y vienen de dos familias de proyecciones y formatos distintos. El amor sirve para todo; pero sobre todo en la unión: “Si yo hablara lenguas humanas y angelicales y no tengo amor, vengo a ser metal que resuena o campana que retiñe. Y si tuviese profecía y entendiera todos los místerios y toda la ciencia, y si tuviera toda la fe, de tal forma que trasladase las montañas, y no tengo amor, nada soy. Y si partiese todas mis riquezas para dar de comer a los pobre, y si diese mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. El amor es sufrido, es bueno; el amor no tiene envidia, el amor no es vanaglorioso; arrogante; no es indecoroso, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser; pero las profecías se terminaran y cesaran las lenguas y la ciencia se terminara. Porque en parte conocemos y en parte profetizamos; más cuando venga lo perfecto; entonces lo que es en parte se acabara. Cuando yo era niño, hablaba como niño; pensaba como niño; juzgaba como niño; pero cuando fui hombre; deje lo que era de niño. Ahora vemos por espejo, oscuramente; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor”. (1Corintios 13:1-13).
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