La epístola Bíblica de Santiago, dice: La oración eficaz del justo puede mucho (Stg: 5:16)
Los allega a Dios (Heb. 7.25)
Vida llena del Espíritu (Lc. 11:13)
Le da poder para la obra de Jesús (Hch. 1:8)
Los prepará espiritualmente (Jud. 20)
Los ayuda a derrotar a Satanás (Dn: 10:12,13)
Hablan con Dios (Mt 6:9)
Les dice sus misterios (Ef 1:16,17)
Los cura (Stg 5:16)
Los libra del malo (Sal: 91)
Les asegura la salvación y la intercesión de Jesús (Heb: 7:25)
Jesús enseñaba y practicaba la oración en todo momento, sanando y salvando las almas y haciendo maravillas.